miércoles, 16 de junio de 2010

GANAS DE TÍ


Cuanto tiempo deseando estar solos, sin nadie que nos impidiera poder disfrutar de nuestras carícias, y del amor que nos prodigamos.
Nos miramos con ese deseo que solo pueden entender los que como nosotros estábamos sedientos de amor.
Me cogíste en brazos y sin mediar palabra me depositaste en el lecho, con dulzura, nos fuimos desnudando mientras las carícias eran el preludio de un recital de deseo y pasión.
Tus manos palpaban cada centímetro de mi piel, suavemente haciendome sentir plena. Tu sexo buscaba el mio, y en un intento de goce, llegó hasta la cueva de placer que te acogió calurosamente. Nuestros cuerpos se movían a un ritmo marcado por el amor, y la pasión que brotaba de nuestros cuerpos. Cada vez los jadeos iban aumentando el ritmo, hasta que nos sorprendió una inagotable marea de placer en la que nuestros cuerpos quedaron exhaustos, de tanto amarse.
Ahora recordándolo solo me queda decir que te amo mi amor.

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